"Los viejos caminos no te abrirán nuevas puertas. (Coloca la barbilla en el dorso de la mano y hace una leve mueca con los labios.) No me supone un descubrimiento, es algo lógico que se aprecia con el simple juego de viejo-nuevo, pero... (La idea que caminaba por su pensamiento desaparece, dando otra que la hace saltar del sofá.) ¡Es verdad! (Comienza a caminar describiendo un ocho con sus pasos.) Es que tiene razón y, hasta ahora no me había parado a pensarlo, a tomarlo como una puerta nueva. (Se detiene, le da un sorbo a la copa, mira a un lado y a otro, algo apesadumbrada y se deja caer en la mullida estructura.)
Aún así, es triste. ¿Y si te gustaba recorrer ese camino? ¿Y si hacía que te sintieras como en un cuento de hadas? ¿Y si quiero volver a recorrerlo una y mil veces? Y si, y si... (Tira la copa al suelo y se lleva las manos a la cara. Suelta unas leves, pero intensas, lágrimas. Se detiene. Mira al frente como si se tratase de una visión que, según vemos reflejado en su cara, se torna cada vez más hermosa.) ¡Pero me encanta! (Gritando con una voz que le sale de las mismas entrañas.) Sí, me encanta. (Vuelve a levantarse. Ahora se pasea por toda la estancia, con grandes aspavientos. La gasa de su vestido la sigue flotando como si de un halo de magia se tratase.) Esta incertidumbre, ese algo que tienes recorriendo tu cuerpo por dentro, como si de una descarga eléctrica se tratase es impagable. Sentirse vivo. (Detiene en seco su verborrea física y mental. Se acerca al ventanal, lo abre de par en par y siente el aire fresco, casi primaveral, que entra por la ventana.)
Y ahora me siento más viva que nunca. El mundo se mueve, crece, amanece y desaparece a mi alrededor sin cesar, como la luna que danza sobre su órbita. ( Se apoya en la ventana, nostálgica, mirando la luna.) Todo sigue, todo se acaba y se descubre y es... Mágico.
¡Qué bello es vivir!"
Historia inspirada por esta canción.